Por pedir, pido despertarme a tu lado cada mañana recordando la noche anterior.
Que me abraces como si no hubiera mañana, y que tus besos se vuelvan más dulces de lo habitual.
Que me sigas diciendo cosas bonitas.
Que vea en tus ojos el miedo a perderme,
el mismo miedo que tú ves en los míos.
Y que me des la mano y te olvides del resto del mundo;
que me mires a los ojos y todas las otras personas desaparezcan.
O que me hagas olvidar de los miedos, de las dudas, de las cosas malas.
Por pedir, pido saber que puedo confiar en ti, que puedo contar contigo.
Que cada día a tu lado sea mejor que el anterior pero peor al de mañana.
Por pedir, la verdad es que tan solo pido que me quieras eternamente.